lunes, 24 de agosto de 2009

Los mitos de Cthulhu

Allá por los años 20 del siglo pasado un escritor de Providence revoluciónó el relato de terror tal y como era hasta entonces. Hasta su llegada los relatos de terror se centraban exclusivamente en el conocido como cuento gótico, una narración que solía estar ambientada en algún lugar lúgubre, como por ejemplo un castillo, unas ruinas, un cementerio, etc. Los elementos que provocaban el escalofrío en estas narraciones eran la ambientación del lugar, que los maestros del relato nos hacían literalmente ver (como Mary Shelley o Bram Stocker); y la presencia de algún ente sobrenatural, tal como algún fantasma, mostruo, vampiro, etc.
Pues bien. así las cosas el relato de miedo estaba encasillado en ese género, hasta que llegó el hombre que nos ocupa, que barrió los cimientos del género tal y como estaba concebido para reedificarlo completamente desde un panorama totalmente nuevo, este hombre fue Howard Phillip Lovecraft.
Los relatos de Lovecraft son diametralmente opuestos a los de sus predecesores. Comenzando por la ambientación: rara vez nos encontramos ante un lugar apartado y sombrío como antes, la acción de los nuevos relatos transcurre en cuidades, pueblos y regiones rurales. Pocas veces el relato se ambienta en un bosque o una cueva, aunque a veces nos encontramos con una historia ambientada en un lugar insólito (en principio, después se vuelve habitual) como el mar.
Pero lo verdaderamente novedoso no es el lugar ambiental, lo verdaderamente novedoso es la tesis usada para causar el miedo, que a veces se torna en verdadero pavor. El nuevo planteamiento es muy simple: los seres humanos no son los primeros habitantes inteligentes del planeta, y los pobladores originales pueden volver en cualquier momento, o puede que ya lo estén haciendo. La idea básica es que esos seres (llamados Primigenios) llegaron a la Tierra procedentes de las estrellas hace eones, y se asentaron en ella. Junto a ellos llegaron los llamados Arquetípicos. Ambos estaban en lucha, una lucha que perdieron los Primigenios, que quedaron prisioneros dispersos por toda la Tierra, no obstante, antes de que lo encerraran a él, el más poderoso y cruel de los Primigenios, llamado Cthulhu, fundó un culto entre los hombres, un culto que debería permanecer escondido, comunicándose con él a través de los sueños, un culto que debería preparar el mundo silenciosamente para el momento en que las estrellas fuesen propicias, momento en el que los Primigenios despertarían para recobrar lo que es suyo.
Este planteamiento al parecer tan típico se revela como una verdadera fuente de horror, ya que los secretos innombrables aguardan en cualquier parte, cualquiera puede ser víctima de pesadillas que le hagan precipitarse en el pozo de la locura, atacado por fuerzas que no se pueden ni ver; cualquier lugar puede haber sido testigo de horribles rituales que parecen surgidos de la más abominable pesadilla, pero lo peor de todo es saber que los hombres no son más que simples marionetas en manos de entidades que los mueven de acuerdo con sus propios intereses y que nos tienen en la misma consideración que nosotros tenemos hacia las hormigas. El saberse acechado por una amenaza que es más antigua que el mundo es una razón lo suficientemente poderosa para temblar.
Los compañeros y amigos de Lovecraft también aportaron sus granos de arena para edificar este monumental edificio, escribiendo historias, introduciendo libros de saber prohibido (como el archiconocido Necronomicón) y nuevos seres que se añaden al panteón de dioses a los que se profesa culto por parte de esas antiguas religiones, sugió así el Ciclo de Cthulhu, una colección de narraciones de horror que a mi juicio aún no ha sido superada por ningún otra historia o ciclo de historias compilada hasta la fecha.
Todo los que yo pueda decir es poco, así que os sugiero que busquéis algún título, os preparéis para sentir escalofríos, os olvidéis de esta realidad y os introduzcáis en otra, una que no podéis ni imaginar, para que allí descubráis los pavorosos secretos que se esconden en las entrañas del Universo.

"Te contaré algo… acerca de los antiguos horrores que aún hoy en día agonizan tras esquinas lejanas gracias a un puñado de monstruosos sacerdotes que los mantienen con vida. Algunas personas poseen conocimientos sobre el Universo que nadie debería ostentar, y son capaces de hacer cosas que nadie debería ser capaz de hacer." H.P. Lovecraft, El Ser en el Umbral.

No hay comentarios:

Publicar un comentario